Las condiciones climatológicas ejercen un papel determinante en la creación y producción solar fotovoltaica. En invierno, la producción solar disminuye, pues la cantidad de horas de sol recibidas son inferiores, pasando de un promedio de 15 horas hasta unas 10 horas. Asimismo, el frío mejora el rendimiento del sistema y mejora el funcionamiento de los módulos fotovoltaicos. de los paneles solares, fabricados para soportar temperaturas extremas. Por lo contrario, las altas temperaturas por encima de los 25ºC, provocan un leve descenso en la eficiencia de conversión de los paneles solares. En conclusión, cuanto más calienta la superficie de las células solares, menor es su rendimiento eléctrico.
Respecto al descenso de las temperaturas cabe destacar que el sol sigue saliendo durante todo el año y los paneles solares son capaces de producir electricidad gracias a esta luz, no al calor. Además, la energía solar a través de las placas solares proporciona electricidad limpia y gratuita en invierno. Paralelamente, al haber menos horas de luz durante el periodo invernal, los paneles producen menos. Por lo general, el funcionamiento óptimo de los paneles solares se produce a 25ºC.
Es importante destacar que los paneles solares pueden generar electricidad a través de la energía solar recibida en climas con nieve y extremadamente fríos. Las pérdidas de rendimiento por temperatura en los estándares climáticos de nuestro país son mínimas y los paneles se diseñan habitualmente para seguir funcionando desde los -40ºC hasta los 85ºC.
Por otro lado, en cuanto a la nieve, ésta tiene un efecto curioso en la producción de energía solar fotovoltaica, si el panel está cubierto totalmente de nieve y la luz no llega hasta su superficie, no es capaz de producir energía. La superficie de los paneles rara vez permanece «enterrada» en la nieve durante muchos días, situación que facilita que cuando se encuentra despejada con nieve a su alrededor son capaces de producir más energía que en un día nublado convencional. La luz solar sigue llegando a los paneles solares a través de la nieve y permite que las células solares sigan produciendo energía. Además, el vidrio oscuro y reflectante de los paneles solares acelera el derretimiento de la nieve y esta se desliza antes de que afecte al rendimiento. Adicionalmente, los bastidores de instalación también suelen estar inclinados entre 30 y 45 grados, lo que evita que la nieve se acumule. Es importante recalcar que, en días fríos y despejados, la nieve del suelo puede reflejar más luz solar sobre los paneles solares como si fuera un espejo, lo que permite que este “efecto albedo” permita a los paneles producir aún más electricidad en el frío.